Tratamiento con Ultrasonidos

Si eres una fanática de la estética seguro que conoces el tratamiento de ultrasonidos. Es famoso por su aplicación en el mundo de la fisioterapia y la rehabilitación y un gran desconocido en el mundo de la belleza. ¿Te atreves a descubrirlo con nosotras?

¿Cómo es el tratamiento por ultrasonidos?

Los ultrasonidos tienen muy buenos resultados para luchar contra la grasa localizada y permiten tratarnos sin necesidad de cirugía. Sin duda es una de las mejores herramientas junto con la presoterapia.

Es un método que rompe las células grasas mediante ondas sonoras de alta frecuencia. No es doloroso y quebrando el adipocito, promueve la liberación y eliminación de su contenido.

Generalmente, se aplican a través de un cabezal que tiene un pequeño diámetro y que se mueve lentamente en forma circular sobre la zona a tratar. Es parecido a la cavitación o ultracavitación, que también funciona mediante ondas pero de baja frecuencia.

¿Para qué sirve?

En la medicina estética, sirven para combatir la celulitis más dura y la grasa localizada, las estrías, las cicatrices, el acné y las varices. Además, mejora el drenaje linfático, ayudando a eliminar líquidos, así como la circulación sanguínea.

Se utiliza normalmente en las piernas, abdomen, glúteos y también en el rostro. Así mismo es recomendable un mínimo de 3 sesiones para comenzar a ver resultados.

Ultrasonidos como tratamiento para combatir la celulitis

De manera indolora y con una gran efectividad, los ultrasonidos serán la clave sobre los beneficios y efectos de las cremas y geles reductores.

Tenemos muchas zonas resistentes en nuestro cuerpo, incluso resistentes al ejercicio físico, por eso la combinación con los ultrasonidos nos permitirá dar ese empujón para conseguir deshacernos de la celulitis por completo. Las zonas más frecuentes para la aplicación de esta herramienta son las cartucheras, barriga, glúteos o incluso brazos.

Su funcionamiento consiste en la ruptura de células grasas, los adipocitos, y así consigue actuar sobre las zonas más rebeldes provocando que la piel deje de tener ese aspecto rugoso.

Los ultrasonidos se encargan de partir estas células a través de las ondas de sonido a baja frecuencia que se emiten de manera muy concentrada. Estas ondas, son capaces de penetrar profundamente el tejido, consiguiendo atravesar aproximadamente de uno a tres centímetros de la piel, pudiendo incluso llegar hasta la capa de sebo

Tras romper las células grasas, el tejido se licua y todo este líquido se elimina a través de los blastocitos, que son células encargadas de recoger el material de nuestro organismo para procesarlo.

En definitiva, los residuos de las células grasas de la zona en la que se aplicó el tratamiento, se transportan al torrente sanguíneo a través del proceso de metabolización y finalmente expulsamos todos los residuos de nuestro cuerpo, evitando que se queden almacenados en forma grasa en zonas indeseadas.

Tratamiento ultra reductor anticelulítico

La aplicación de los ultrasonidos, junto a los geles reductores se convierte de manera conjunta en un tratamiento ultra-reductor que actúa eficazmente sobre las zonas rebeldes, que como ya sabemos son el abdomen, glúteos, piernas y brazos principalmente, consiguiendo una piel más lisa, firme y con imperfecciones de la celulitis visiblemente disminuidas.

Algunos masajeadores anticelulíticos incorporan esta tecnología o infrarroja para aumentar las probabilidades de éxito en el tratamiento.

Mira nuestra reseña del increíble Glo 910+

El uso de los ultrasonidos conseguirá acabar con las zonas rebeldes de manera más eficaz y con menos tiempo! De esta forma, con solo 10 min por zona, conseguirás resultados óptimos.

Oferta de máquinas portátiles de mano por ultrasonido